martes, 16 de diciembre de 2008

Soy dibujante


Soy dibujante, amigo del grafito aunque a veces discutamos. Algunos me llaman artista, otros me dicen que soy un bohemio sin saber lo que es un "bohemio". Me dicen "el poeta del lápiz", perdón a los poetas por semejante atrevimiento. Me felicitan porque puedo trabajar de lo que me gusta, algunos no lo toman en serio, piensan que es un juego, un hobby, pero no un trabajo; yo me quedo tranquilo, lo disfruto, los demás trabajos no se disfrutan. Otros dicen que es muy tierno lo que hago y que soy un niño que nunca crece. Suelen decir que mis dibujos hablan y dicen mucho de mi, no me doy cuenta, pero si, es verdad, y a veces me sorprendo. Tengo mil ideas que me dan vueltas en la cabeza, ultimamente los trazos oscuros son los que me visitan y lo que quiere plasmar mi lápiz. Si el dibujante no tiene un poco de conflicto en sus neuronas, en sus pensamientos, sueños, cicatrices, amores, odios o alegrías, es muy difícil que el dibujo transmita algo, que tenga sentimiento. Los dibujantes son raros, muy raros, "loquitos", por suerte, porque sino me tendría que dedicar a algo aburrido.