domingo, 18 de enero de 2009

Me ahogo


Basta!, me esta haciendo mal pensar todo el día en lo mismo, me asfixia, necesito respirar aire nuevo, tengo que cambiar el agua estancada, me provoca nauseas, malestar, me dificulta la visión. Todo se me vuelve oscuro, pensamientos feos que solo alimentan mi angustia. Basta de llorar por eso que no para de dar vueltas en mi cabeza. Las lágrimas ya no piden permiso, salen dos o tres veces al día y nada mas que para seguir ahogandome. Es como si el futuro hubiese caducado y que mi pasado siempre vivirá en mi presente.
Me queda poco oxigeno, debo tomar una decisión, tengo que romper este vidrio que me priva de seguir viviendo. Uno sabe cual es la solución, pero no puede evitarlo, necesita sufrir y sentir como que todo esta perdido. Tarde o temprano el vidrio se rompe, sea porque lo golpeamos tomando una decisión firme o tan solo por la presión de tanta angustia. Se dice que se aprende de los errores, pero me parece que en el amor no cuenta esa teoría. No lo podemos evitar, el amor es así, incontrolable, al punto de que en poco tiempo, al sentirnos solos, nos volvemos a poner la maldita esfera de vidrio, y de a poco, volvemos a llenarla.